En las entradas
anteriores me dedique a hablar sobre el baloncesto y algunos jugadores que
destacan en este deporte, ya que es el que yo practico. Pero además de este,
hay otros muchos deportes que llaman mi atención como por ejemplo el surf. Este
deporte nació en Hawai, los nativos aprovechaban las olas para pescar y volver
a la orilla sin tener que nadar. El padre del surf moderno fue el hawaiano Duke
Kahanamoku que en 1920, fundó el primer club deportivo de surf en Waikiki.
El surf consiste en
mantener el equilibrio el mayor tiempo posible, deslizándose sobre una tabla,
la cual se dirige a través de una o varias quillas situadas en la parte trasera
y es arrastrada por una ola.
Además de buenos
reflejos y equilibrio, exige un dominio de la natación y un gran conocimiento
del mar; para poder elegir las mejores olas.
En
el surf, como en el resto de deportes hay competiciones, en estas Los surfistas
disponen de 20 minutos para demostrar sus habilidades. Los jueces y el director
de la competición evalúan a los participantes en sus tres o cuatro mejores
olas. Los puntúan según la dificultad de las olas elegidas, su postura sobre
las olas, la calidad de sus movimientos y la cantidad de tiempo que permanecen
sobre la tabla.
La tradición del surf en la Cantabria, que
fue pionera en este deporte, viene desde principios de la década de los 60,
cuando un santanderino llamado Jesús Fiochi se trajo una tabla de Francia y empezó a coger olas
en El Sardinero.
Desde
entonces la afición por el surf ha crecido de manera exponencial y son muchos
los que se apuntan a practicar algunas de las numerosas modalidades. En el caso
de Cantabria las mareas vivas y los suaves vientos de las playas han sido muy
favorables para ese crecimiento.
El
surf se ha convertido en una actividad que genera un importante flujo de
visitantes. En municipios como Ribamontán la Mar, Suances o San Vicente de la
Barquera, cada vez hay más escuelas de surf y pequeños negocios ligados a este
deporte, muy popular entre los adolescentes cántabros.
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